Hoy ha sido un día muy especial para mí y mis compañeros de clase. Esta mañana hemos ido de excursión a Castellón para visitar el planetario. Estábamos todos expectantes y teníamos mucha curiosidad por saber lo que nos iban a mostrar.
Al llegar hemos entrado a una sala muy grande, redonda cuyo techo era una cúpula blanca.
Mientras esperábamos en silencio, las luces de la sala han empezado a apagarse lentamente hasta la oscuridad absoluta.
De repente, para sorpresa de todos, el techo se ha iluminado con un montón de estrellas. Yo estaba con la boca abierta. Parecía como si estuviera flotando dentro de un universo rodeada de diminutas luciérnagas. Una voz misteriosa nos ha ido guiando a través de nuestro universo.
Hemos visto nuestra galaxia, la Vía Láctea, con su infinidad de estrellas y planetas ordenados en una espiral blanca. Y muchas otras galaxias: grandes, pequeñas, alargadas… También nos han enseñado las constelaciones de los signos del zodíaco y un montón de estrellas, planetas y otros cuerpos celestes cuyos nombres no puedo recordar.
Al terminar la proyección estaba verdaderamente impresionada. Me ha gustado muchísimo. Y me ha hecho pensar en lo pequeños que somos. Somos como un grano de arena en el mar. ¡Qué va! ¡Ni siquiera eso! Somos seres insignificantes en un universo infinito. Ha sido una experiencia para repetir.
Rebeca Rabadán 5ºA